La piratería marítima requiere tradicionalmente de ciertas circunstancias geográficas favorables. Estrechos, bahías, estuarios y
archipiélagos son lugares óptimos para la práctica pirata. Estas áreas se convierten en cuellos de botella, que dan lugar a un tráfico congestionado y favorable al despliegue de
emboscadas.
El siguiente mapa muestra
la densidad del tráfico marítimo y la localización de esos cuellos de botella.
La página web de Marine Insight publica hoy un breve análisis de las siete rutas marítimas más vulnerables a la piratería marítima. Puede consultarse en el siguiente enlace: http://goo.gl/CwZbl
Con todo, si bien es cierto que la actividad pirata de
nuestros días se concentra en un número limitado de áreas, en el caso de la piratería somalí se ha producido una innovación importante. La utilización de buques nodriza cargados de combustible permite a los piratas somalíes permanecer durante semanas navegando sin necesidad de volver a la costa. Este hecho ha favorecido que amplíen enormemente su radio de acción,
incluso a más de 1.000
millas del litoral somalí. Así, pueden desarrollar su actividad sin estar próximos a tierra firme o a ciertos cuellos de botella.
Fernando Ibáñez.