24 de abril de 2014

Mayo de 2014: Curso online "La piratería marítma: el caso de Somalia"

El próximo 19 de mayo dará comienzo en el Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (CISDE) el curso de Técnico Avanzado en Análisis del Fenómeno de la Piratería: el caso de Somalia. El curso se desarrolla a distancia en su totalidad.

El objetivo general del curso es comprender la amenaza que representa la piratería marítima a la seguridad internacional, por qué y dónde surge, cómo ha evolucionado en los últimos años, su relación con el crimen organizado y el terrorismo internacional y la respuesta ofrecida por la comunidad internacional en forma de despliegue de distintas misiones militares, así como el creciente negocio de la seguridad privada dedicada a la protección marítima de buques.



El temario del curso es el siguiente:

1. Fuentes, recursos y bibliografía sobre piratería y seguridad marítima.

2. Qué es la piratería marítima, dónde se produce y por qué. 

3. Causas de la aparición de la piratería marítima en Somalia.

4. La respuesta internacional a la piratería somalí.

5. Grupos y bases piratas somalíes.

6. Evolución de los ataques piratas somalíes en los últimos años.

7. Modus operandi de los piratas somalíes: preparación, selección de un objetivo, ataque y captura, desarrollo de las negociaciones, cobro y reparto del rescate, liberación del barco y huida.

8. Los vínculos entre los piratas somalíes y el terrorismo.

9. El creciente papel de la seguridad privada en la lucha contra la piratería somalí.

10. Prospectiva: ¿hacia dónde vamos?


Al finalizar el curso el alumno:

  • Descubrirá cuáles son las razones por las cuales las aguas próximas a Somalia se han convertido en un foco de piratería e identificará a los distintos grupos piratas que actúan en la zona; 

  • Entenderá la evolución y el modus operandi de los ataques piratas en los últimos años y cómo éstos se han ido adaptando a la presencia militar aeronaval internacional; 

  • Identificará los nexos existentes entre los piratas somalíes y Al Shabab, filial de Al Qaeda en la zona; 

  • Evaluará si la respuesta internacional a la piratería somalí  está dando el resultado esperado, así como el papel creciente de la seguridad privada en la lucha contra la piratería somalí.


El contenido del curso permitirá al alumno:

  • Analizar la estrategia utilizada por los piratas a la hora de lanzar  sus ataques y cómo ésta ha evolucionado a la vez que se ha incrementado la presencia militar internacional; 
  • Sabrá monitorizar los ataques piratas mediante el uso de fuentes abiertas; 
  • Identificará el uso de Inteligencia por parte de los piratas y su red de extorsión tanto en la preparación de sus ataques como durante el proceso de negociación de los secuestros; 
  • Podrá analizar de forma prospectiva si la respuesta internacional está siendo adecuada para afrontar la piratería y la previsible evolución de dicha actividad en los próximos años.

Más información sobre el curso aquí.

Confiando en que pueda resultar de interés, recibid un cordial saludo.

Fernando Ibáñez.

8 de abril de 2014

Piratería y narcotráfico: el triángulo México-Colombia-Ecuador




Los periodistas Alejandra S. Inzuna, Pablo Ferri Tórtola y José Luis Pardo integran el colectivo Dromómanos. Los reportajes que estos profesionales han dedicado al narcotráfico en América Latina han recibido el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, que el diario El País ha concedido en su edición de 2014.

 


Su trabajo ha venido publicándose en la revista semanal Domingo, perteneciente al diario mexicano El Universal. Pueden verse las distintas entregas publicadas desde agosto de 2012 aquí

 


Hoy quiero comentar el magnífico trabajo que han dedicado Alejandra S. Inzuna y Pablo Ferri Tórtola a la relación existente entre piratas y narcotraficantes, que ha dado lugar a que los cárteles mexicanos y colombianos hayan convertido a Ecuador en una de sus bases de operaciones. 

 

 Fuente: www.zonu.com


 

Según nos cuentan en las dos partes de su excelente reportaje Los piratas de la droga, en los últimos años los marineros ecuatorianos han venido narrando historias de narcotraficantes y piratas (a menudo, con acento colombiano), quienes, armados con AK-47, asaltan y secuestran barcos por la noche. ¿Con qué fin? Para transportar la droga o robarles el combustible y los víveres, abandonando a las tripulaciones a su suerte. 

 


En ocasiones, los piratas de la droga utilizan estos pesqueros como estaciones de combustible flotantes. Así, sus lanchas pueden repostar y seguir desarrollando su actividad criminal en la zona.

 


Por ejemplo, en San Pablo de Manta, una de las ciudades portuarias más importantes de Ecuador, atuneros, camaroneros, pangas y lanchas rápidas se despliegan por todo el litoral. Varios de esos pesqueros han sido secuestrados para ser utilizados por el narcotráfico.

 


En ocasiones, los delincuentes se aproximan a los barcos solicitando ayuda o pescado y, entonces, los abordan y se hacen con su control. Se trata de engaños que también hemos visto en otras latitudes: por ejemplo, en el Golfo de Adén  y protagonizados por los piratas somalíes. 

 


Los reporteros explican que el auge del narcotráfico y sus piratas en esta zona se inició a partir del año 2009. En ese momento el Gobierno ecuatoriano decidió convertir la lucha contra el negocio de la droga en un asunto nacional. Para ello prescindió de la ayuda que, durante diez años, Estados Unidos había brindado desde el Puesto de Operaciones de Avanzada de San Pablo de Manta. Desde allí se habían llevado a cabo casi 8.000 operaciones contra el narcotráfico en once países, siendo hundidos, sólo en el litoral ecuatoriano, 46 barcos relacionados con esta actividad criminal. Cerrada la base, los piratas del narcotráfico colombiano y mexicano se adueñaron del mar. Ecuador se convirtió en una de las principales rutas del narcotráfico en el continente americano.

 


De ahí que algunos empresarios hayan aumentado la seguridad en sus barcos, desplegando cámaras de vigilancia y contratando incluso guardias de seguridad. Ecuador no es Somalia, pero algunas de las soluciones puestas en marcha para luchar contra los piratas se asemejan bastante. Y también en Ecuador los piratas han intentado asaltar atuneros, hasta ahora sin éxito. 

 


Como nos cuentan los periodistas que firman el reportaje, en Ecuador, como en Somalia, quienes forman parte del negocio de la piratería acaban saliendo de la pobreza y haciendo ostentación de su recién ganada riqueza: vivienda nueva, vehículo último modelo… Por ello, algunos pescadores se pasan al bando de los narcotraficantes. Y, al igual que ha ocurrido en el Este africano, las prisiones ecuatorianas ya no dan abasto para albergar a tanto preso relacionado con el tráfico de cocaína.

 


Fernando Carrión es investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). En su opinión, la inseguridad portuaria y la corrupción han permitido que arraigue el crimen organizado transnacional en Ecuador. El país se ha convertido en “plataforma para que los cárteles puedan operar desde aquí". Y, además, con el riesgo de que meter a estos criminales en las cárceles sólo sirva para fortalecerlos. Las prisiones son útiles para el crimen organizado: no rompen las redes y les permiten reforzar sus vínculos, al igual que ocurre en México y Colombia.  

 


Los sicarios han hecho acto de presencia en Ecuador por primera vez hasta el punto de que el ayuntamiento de San Pablo de Manta ha prohibido que más de una persona pueda circular en una motocicleta, dado que este es el medio desde el que los criminales cometen sus asesinatos. Los sicarios se anuncian en Internet.

 


Incluso empresas dedicadas al envasado de pescado han sufrido registros policiales: no sólo empacan también droga, sino que son utilizadas para lavar el dinero del narcotráfico, que se camufla fácilmente gracias a este tipo de negocios. Para algunos, las denuncias que se presentan contra estas empresas parecen producirse sólo cuando no ha habido acuerdo en el reparto del botín y alguien decide dar el chivatazo. 

 

En febrero supimos que varios buques de la Marina ecuatoriana desarrollaban labores contra la piratería en tres de los puertos donde los pesqueros habían sufrido más ataques: se trata del triángulo formado por Santa Elena, Guayaquil y Puerto Bolívar, todos ellos situados al Sur del país.

 

 

Pero apenas a unos 50 kilómetros al Sur de Puerto Bolívar y por esas mismas fechas, la inseguridad marítima llegaba también al vecino Perú. Los pescadores de Puerto Pizarro, cerca de Tumbes (Perú), se quejaban de los asaltos que sufrían por parte de piratas, esta vez sí, ecuatorianos. El botín suele consistir en la ropa, los víveres, el combustible, el sistema de navegación y los teléfonos móviles. También acostumbran a robar la pesca para revenderla luego en el mercado local. Unos días más tarde, dos pescadores habían resultado heridos en la misma área tras un nuevo asalto. 


Fernando Ibáñez.


7 de abril de 2014

Piratas en México: un fenómeno en alza



En la medianoche de un día de diciembre cuatro personas, armadas con AK-47, abordan desde su lancha rápida un barco. Obligan al capitán a mantenerse en el puente de mando, mientras se llevan la carga que transporta a su propia embarcación. Luego, la venderán en el mercado negro. ¿Nigeria? No. Estamos en el municipio de Navalota, en el Estado mexicano de Sinaloa, donde más de 500 embarcaciones y unas 5.000 personas se dedican a la pesca del camarón.


Fuente: didactalia.net



Los asaltantes han llegado en una embarcación de gran potencia, similar a la utilizada por los narcotraficantes. El producto que roban para venderlo con posterioridad en el mercado negro son más de dos toneladas de camarón. 

Aunque desde hace años los pesqueros mexicanos vienen sufriendo de modo excepcional actos de piratería, en los últimos meses son cada vez más frecuentes las informaciones de robos a mano armada en el mar cometidos, en particular, contra los barcos dedicados a la pesca del camarón. El camarón y el atún son las dos especies de mayor valor para la pesca mexicana. 

La escasez de camarones en el mercado, tanto mexicano como internacional, se ha debido a una enfermedad. El síndrome de mortalidad temprana del camarón ha provocado en los dos últimos años su muerte de forma masiva. Este hecho puede ser una de las razones que explique las acciones de piratería contra los camaroneros.

Parece que el crimen organizado mexicano ha decidido desarrollar, también, actos de piratería y de robo a mano armada en el mar. Pero para su posterior comercialización resulta evidente que los delincuentes disponen de conexiones en tierra firme.

El profesor Raúl Benítez Manaut de la Universidad Nacional Autónoma de México, cree factible que la presión de las autoridades sobre los narcotraficantes haya propiciado que éstos busquen alternativas. En este contexto, el robo de camarón sería una excelente oportunidad de negocio, dado su aumento de precio en la última temporada (entre un 30 y un 40%). En algunas zonas se le conoce ya como el “oro azul”. 

Las noticias aparecidas este mismo año 2014 informan de actos piratas en el istmo de Tehuantepec, en el Estado de Oaxaca. En esta área estarían desarrollando su actividad traficantes de drogas y de seres humanos (inmigrantes indocumentados procedentes tanto de Centroamérica como de Sudamérica). Según denuncian a la prensa mexicana habitantes de la región, los delincuentes no sólo robarían lanchas pertenecientes a las cooperativas pesqueras sino que incluso reclutarían a personas entre las comunidades indígenas. También se estarían robando redes de mar, vendidas con posterioridad en el mercado local.

El pasado mes de marzo se conocieron también varios actos de piratería en el municipio de Centla, en el Estado de Tabasco. Los delincuentes asaltaron varios pesqueros con el fin de robarles el motor fuera borda.

En México el protocolo de actuación desde los barcos que se encuentran en apuros es el siguiente: se presiona un botón de pánico que alerta de forma simultánea a la Comisión Nacional de Pesca y a la Marina. La Marina llama por teléfono a la empresa. Ésta se comunica con la embarcación y explica el tipo de alerta. Confirmada la amenaza, la Marina acude en su rescate. El problema es que este procedimiento no sirve contra los piratas, dado que lo primero que hacen es sustraer los teléfonos a los miembros de la tripulación. Además, se quedan con sus identificaciones, amenazándoles a ellos y a sus familias en caso de que se atrevan a denunciar el asalto. Cabe imaginar, pues, que se están produciendo más ataques de los que se denuncian a las autoridades y se reportan en los medios de comunicación.

Los escasos efectivos policiales, así como la aparente descoordinación entre las distintas autoridades (federales, estatales, municipales) estarían facilitando la labor de estos piratas. 

La respuesta gubernamental ha venido en forma de un Acuerdo de la Secretaría de Marina por el que desde el 1 de abril se crean las Unidades Navales de Protección Portuaria (UNAPROP) en 19 puertos mexicanos. Su misión: realizar acciones de vigilancia, inspección y control en funciones de Policía Marítima en el interior de los recintos portuarios, a fin de ejercer la autoridad en materia de Protección Marítima y Portuaria. 

Está por ver si esta medida será suficiente para afrontar el problema.

Fernando Ibáñez.

2 de abril de 2014

The thriving business of piracy in the Gulf of Guinea

David Rider is an Intelligence and Communications officer for Neptune Maritime Security. He publishes both blogs http://www.neptunemaritimesecurity.com/blog/ and http://maritimesecuritynews.wordpress.com/ with interesting information and analysis about maritime piracy.

I want to thank David for translating this article published by Ángeles Jurado in  the first Spanish daily, El País, about piracy in the Gulf of Guinea.

Africa beats Southeast Asia as the number one maritime piracy hot spot. Approximately half of the pirate attacks reported worldwide take place or on the coast of Somalia (East) or in the Gulf of Guinea (West). However, the first, in the Horn of Africa, lives a decline which coexists now with the rise of the assault to the merchant or shift tanker in Nigerian waters.

The Professor, consultant and lecturer Fernando Ibáñez (Zaragoza, 1969) specific to the causes of these mutations in the waters off the Horn of Africa and West Africa are multiple, but mainly are in military and security. Three international military missions, military convoys, the hiring of private armed security on board vessels that ply the Indian and self-defense in the form of evasive maneuvers or closure of the crew in a safe area are the fundamental reasons why Ibáñez contributes to explain the fall of somali piracy.

In the case of the Gulf of Guinea, this activity, that develops from years ago on the shores of West Africa, is becoming a business increasingly more lucrative and now receiving greater attention in the international media. Rarely, however, refers to the framework in which develops: widespread corruption, unemployment, abandonment of the State, and theft of oil on land and piracy as labour outflows that twin local population impoverished, militant, forces of security and senior officials and politicians. According to the researcher, Vanda Felbab-Brown in a recent study, the populations that inhabit the Gulf of Guinea come on pirates “a source of investment, an increase of consumption, a local economic activity growing and even job opportunities”.

There are other factors to consider. Corruption, opacity, and fraud that dominate the country’s oil sector are proverbial. A test: the recent dismissal of the Governor of the Central Bank of Nigeria, Sanusi Lamido Sanusi, in theory for reporting the theft of millions of dollars from the national oil Corporation of Nigeria’s oil revenues.

According to a report by Chatham House on theft of crude oil into the Gulf of Guinea, signed by the researchers Christina Katsouris and Aaron Sayne, Nigerian officials and corrupt members of the security forces specialized in the business of stealing crude oil during the military dictatorships. The return to democracy in 1999 gave an opportunity to certain civil offices and political “godfathers” have more access to stolen oil and extended the network of corruption and patronage.

Experts say that the three States that produce more oil – Bayelsa, Rivers and Delta–have some of the highest per capita income of Nigeria and West Africa. However, that money is lost, to a large extent, in accounts abroad and at the service of the personal interests of the politician who manages it. It is revealing that the Governors of eight of the nine States of the Delta were investigated for corruption between 2003 and 2007.

Violence and environmental destruction.

Nigeria is the tenth third country producer of oil, with exports that surpassed the two million barrels a day in 2012. 5.4 million barrels of crude oil move daily through the Gulf of Guinea: 40% of imports of crude oil in Europe and nearly 30% of the United States. According to some estimates, the country loses an average of $ 12 billion a year for piracy.

The aforementioned report by Chatham House is focused on sabotage to pipelines and the economy stemming from the theft of crude oil in Nigeria. Katsouris Sayne, piracy in that area of the planet rises in the most important for the security of West Africa today, threat after terrorism in the Sahel.

No shortage them of reasons to consider it so. The area of operations of the Nigerian pirates is in expansion and arrives to the port of Abidjan or the territorial waters of Angola, with an economic cost estimated between 674 and 939 million dollars only in 2012. Also we talked about environmental destruction, political instability and violence, while piracy links are not clear groups armed al – Shabab as Boko Haram. This last terrorist, causing real havoc in Nigeria, has recently declared its intention to extend their radius of action to the Delta.

To fight against this phenomenon, the Nigerian Navy has 15,000 men, two dozen ships and a budget of $ 450 billion in 2013, just 20% of the total defence budget of the country.

A success rate of 80%.

“The attacks in Somalia are concentrated in certain months by the influence of the monsoon – argues Fernando Ibáñez – and take place at any time of the day, but especially to first time and boats in motion.” Its success rate has been reduced by the military actions and the presence of private security, to the point that from may 2012 Somali pirates do not have able to hijack a vessel that allows them to collect a ransom. In the Gulf of Guinea assaults occur throughout the year and preferably overnight, with moored boats and without ability to perform evasive maneuvers. They have a success rate of 80%. The modus operandi is also different: the kidnappings in Somalia are long and end in negotiation and rescue, while in the Gulf of Guinea quick kidnappings with theft of crude oil are produced to be sold on the black market. The value of the load of the vessel can be overcome to a bailout. I think that there is a decline in piracy in both contexts, but it is true that we work with inaccurate figures. There is no actual data from pirate attacks in Somalia and the Gulf of Guinea. In the latter case, because only one of every three incidents, given the mistrust in the local authorities, who fail to respond to 80% of the requests for help, and the economic cost of the complaint reports. Also influences the fact that complaints result in higher insurance premiums for shipping companies”.

From a purely military perspective and security analysis left multiple variables out of the equation of African piracy. In Nigeria, unemployment and poverty, the corruption of local authorities and the demands of activists and people of the Niger Delta, who demand compensation for environmental damage suffered by their lands and waters, and increased participation in the wealth of the oil that generates the gigantic country governing Goodluck Jonathan.

The document Communities not criminals focuses on the environmental degradation of the Delta by the refined processes and consumption of oil, in the hands of the local population. Robbery and this oil treatment contribute, together with the inadequate maintenance of foreign oil pipelines, to the destruction of fisheries and Agriculture and the abandonment of the common work in the region. Fishermen and farmers are forced to join the illegal to survive oil business. In addition, the lack of public services and the State care and the shortage of fuel resulting in the breakdown of the social contract and are reasons that local communities offered to engage in a business that reduces to zero the ecological, economic and human possibilities in the area.

The Chatham House report portrays a spacious and networks with multiple cells collaborative decentralized which bring together a hodgepodge of political elite, militants and activists connected, armed criminal groups and senior members of the army with the support of the local population. It is going at the same time, weaving a plot of justifications to these criminal actions, which would have a character “economically rational, politically necessary, morally defensible and socially productive”.

Regional cooperation as a solution.

The European military authorities do not hide their disappointment in the case of Nigeria. We are not talking about a failed state like Somalia, where foreign naval operations have carte blanche. The area of the Gulf of Guinea countries show their reluctance to direct foreign intervention: especially the Nigerian giant, which is postulated as the military arm of the economic community of West Africa (ECOWAS) and new economic power after the emergency BRIC States.

“In the case of the Gulf of Guinea, is committed to regional cooperation – says Fernando Ibáñez – Las Nigeria-benin of Operation prosperity joint patrols have reduced the number of attacks in the area of Cotonou and there are a number of initiatives that follow the wake of the Djibouti code of conduct, such as the Declaration of Yaoundé”.

The initiatives of African regional and political blocks, although weighted muddled by bureaucratic and suspicions, embrace, at least on paper, a global vision of the problem. They include measures purely police as night patrols or an immediate response, together with judicial measures or intelligence force and, above all, a battery of policies to attack the root causes of violence: bad governance and corruption, lack of transparency in the oil industry, environmental degradation, poverty and unemployment.

Vanda Felbab-Brown’s report points in the same direction: strengthening the capacity of the security forces and collaboration on issues of intelligence which stresses, can only succeed if the countries of the region “embark on a determined and systematic effort to repair the deep shortcomings of the presence of the State in its coastal territories and the marginalization of the people there”. Something that would include effective police forces, not perceived as violent or predatory by the population, nor politicised; the expansion of legal economic opportunities and working with the human capital of the Gulf of Guinea.

However, the presidential elections are approaching and Nigerian political environment is gradually thinning.

The pirates are not part of the public debate, but are unmistakable symptom of the denouncing intellectuals such as Wole Soyinka or Chinua Achebe and evils that afflict a society weakened, insecure and without ability to drive real change from below.

The pirates in the Gulf of Guinea will not cause social alert that led to Somali pirates. There also seems to be a real will to tackle illegal activities that revolve around the Nigerian crude oil, nor by the Government of the country and by Western and African partners. But it is the tip of the iceberg in a context of growing economic and social inequalities, widespread corruption, neglect of the State and a growing malaise that already broke out with #OccupyNigeria and that doesn’t go away.

#OccupyNigeria arrived in wings of the Elimination of a subsidy to the oil. Like almost everything in Nigerian land, it has to do with crude oil, corruption and the gap between rich and poor.

The original article, with images and videos, can be read and watched here.

1 de abril de 2014

El próspero negocio de la piratería en el Golfo de Guinea

Ángeles Jurado es una periodista y escritora a la que tuve ocasión de conocer en diciembre en Las Palmas de Gran Canaria, gracias a la amable invitación que me brindó Casa África. Ángeles Jurado acaba de publicar en la sección Planeta Futuro del diario El País un magnífico artículo bajo el título El próspero negocio de la piratería en el Golfo de Guinea

En el mismo se recogen, en mi opinión, prácticamente todas las claves que explican el auge de este fenómeno en África Occidental. Quiero agradecer desde aquí la enorme gentileza que ha tenido Ángeles Jurado por hacernos partícipes de sus reflexiones e incorporar las mías al citado artículo.




Planeta Futuro es una nueva sección puesta en marcha el pasado mes de enero por el diario El País en colaboración con la Fundación Bill y Melinda Gates en torno a temas de desarrollo humano sostenible.

Fernando Ibáñez.