24 de marzo de 2016

Los piratas también se preocupan por el precio del petróleo



Hay dos grandes áreas geográficas en las que, en ocasiones, se producen acciones de piratería cuyo objetivo es el robo del crudo que transportan los petroleros. Se trata del golfo de Guinea (en África occidental) y del Sudeste asiático.

En el caso de África occidental es habitual que piratas procedentes en su mayoría de Nigeria capturen buques cisterna y petroleros, dada la fuerte presencia de explotaciones de hidrocarburos en la región. Transfieren el crudo a otro buque y después lo venden en el mercado negro. Los piratas suelen ser violentos y no sólo se dedican al robo de las provisiones o de la carga que portan los buques. En ocasiones, secuestran el barco y la tripulación, siguiendo el ejemplo de los piratas somalíes. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría en aguas de Somalia, los secuestros en el golfo de Guinea suelen durar unos pocos días, siendo tripulación y buque liberados tras el pago de un rescate.

En el Sudeste asiático la mayoría de los incidentes tiene como objetivo el robo de provisiones o de bienes personales de la tripulación, mientras el buque se encuentra atracado en un puerto o fondeado en sus proximidades. Los asaltantes no suelen herir a la tripulación sino limitarse a encerrarla o a exigir que les ayuden a llevar el crudo a otro buque. Por último, destruyen el sistema de comunicaciones del barco, roban el contenido de la caja fuerte y los efectos personales.

El golfo de Guinea viene registrando en los últimos años un descenso continuado de los incidentes de piratería. Aunque es cierto que buena parte de los mismos no suelen reportarse, las cifras que conocemos muestran una notable reducción desde el año 2011. La siguiente tabla muestra los actos de piratería entre los años 2011 y  2015 en África occidental, tomando como tal la zona que abarca desde Mauritania hasta Angola.



Tabla 1. Evolución de los incidentes de piratería en África occidental (elaboración propia a partir de los datos del International Maritime Bureau)


La evolución es proporcional a la disminución de los ataques en el área más peligrosa: las aguas nigerianas. 


Tabla 2. Evolución de los incidentes de piratería en aguas de Nigeria (elaboración propia a partir de los datos del International Maritime Bureau)


En el momento de escribir estas líneas (16 de marzo de 2016) apenas se han producido seis incidentes en 2016 en África occidental, cuatro de ellos en Nigeria. Son cifras inferiores a las reportadas el año pasado para estas fechas.

Si ponemos nuestro foco ahora en el Sudeste asiático la evolución es bastante diferente. Tomando como referencia los incidentes ocurridos en Indonesia, Malasia, Filipinas y los estrechos de Malaca y Singapur, la siguiente tabla muestra la evolución de los ataques en la región.

Tabla 3. Evolución de los incidentes de piratería en el Sudeste asiático (elaboración propia a partir de los datos del International Maritime Bureau)
 

Las cifras se explican, principalmente, por el importante auge de los incidentes en aguas de Indonesia, donde se han  más que duplicado entre los años 2011 y 2015.

Sin embargo, debe hacerse notar que desde el pasado mes de septiembre no se ha producido en el Sudeste asiático ningún ataque cuyo objetivo haya sido el robo del crudo que transportase un petrolero. También en África occidental se han reducido notablemente los incidentes de este tipo. ¿Por qué? Echemos un vistazo al siguiente cuadro. En el mismo aparece la evolución del precio del crudo en el último año. El precio del barril Brent ha caído desde los más de 100 dólares a los que se pagaba en marzo de 2015 a unos 30 dólares un año después.



Dado que el objetivo de los piratas que roban el petróleo es venderlo en el mercado negro, parece evidente que una reducción tan notable de su valor oficial haya derivado en una caída proporcional en el interés por hacerse con este, ahora depreciado, bien. El negocio ha dejado de ser tan beneficioso.
La siguiente pregunta es obligada: ¿Cómo han respondido los piratas a este contratiempo? Cambiando de objetivo, es decir, aumentando aquellas acciones cuyo objetivo es el secuestro de personas. De esta forma pueden conseguir rescates que son abonados en apenas unos días o semanas. Frente a las costas de Nigeria ya se han producido en apenas tres meses de 2016 siete ataques de este tipo frente a cuatro durante todo 2015. Es verdad que el beneficio a obtener por secuestrar personas es menor, pero los delincuentes pueden mantener su actividad a la espera de tiempos mejores. Todo dependerá de la evolución de la gráfica del precio del petróleo…

Fernando Ibáñez.
Original publicado en el Observatorio del CISDE.

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