Hay dos grandes
áreas geográficas en las que, en ocasiones, se producen acciones de piratería
cuyo objetivo es el robo del crudo que transportan los petroleros. Se trata del
golfo de Guinea (en África occidental) y del Sudeste asiático.
En el caso de
África occidental es habitual que piratas procedentes en su mayoría de Nigeria
capturen buques cisterna y petroleros, dada la fuerte presencia de
explotaciones de hidrocarburos en la región. Transfieren el crudo a otro buque
y después lo venden en el mercado negro. Los piratas suelen ser violentos y no
sólo se dedican al robo de las provisiones o de la carga que portan los buques.
En ocasiones, secuestran el barco y la tripulación, siguiendo el ejemplo de los
piratas somalíes. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría en aguas de
Somalia, los secuestros en el golfo de Guinea suelen durar unos pocos días, siendo
tripulación y buque liberados tras el pago de un rescate.
En el Sudeste
asiático la mayoría de los incidentes tiene como objetivo el robo de
provisiones o de bienes personales de la tripulación, mientras el buque se
encuentra atracado en un puerto o fondeado en sus proximidades. Los asaltantes
no suelen herir a la tripulación sino limitarse a encerrarla o a exigir que les
ayuden a llevar el crudo a otro buque. Por último, destruyen el sistema de
comunicaciones del barco, roban el contenido de la caja fuerte y los efectos
personales.
El golfo de Guinea viene registrando en los últimos
años un descenso continuado de los incidentes de piratería. Aunque es cierto
que buena parte de los mismos no suelen reportarse, las cifras que conocemos
muestran una notable reducción desde el año 2011. La siguiente tabla muestra
los actos de piratería entre los años 2011 y
2015 en África occidental, tomando como tal la zona que abarca desde
Mauritania hasta Angola.
Tabla 1.
Evolución de los incidentes de piratería en África occidental (elaboración
propia a partir de los datos del International Maritime Bureau)
La evolución es
proporcional a la disminución de los ataques en el área más peligrosa: las
aguas nigerianas.
Tabla 2.
Evolución de los incidentes de piratería en aguas de Nigeria (elaboración
propia a partir de los datos del International Maritime Bureau)
En el momento de
escribir estas líneas (16 de marzo de 2016) apenas se han producido seis
incidentes en 2016 en África occidental, cuatro de ellos en Nigeria. Son cifras
inferiores a las reportadas el año pasado para estas fechas.
Si ponemos nuestro
foco ahora en el Sudeste asiático la evolución es bastante diferente. Tomando
como referencia los incidentes ocurridos en Indonesia, Malasia, Filipinas y los
estrechos de Malaca y Singapur, la siguiente tabla muestra la evolución de los
ataques en la región.
Tabla 3.
Evolución de los incidentes de piratería en el Sudeste asiático (elaboración
propia a partir de los datos del International Maritime Bureau)
Las cifras se
explican, principalmente, por el importante auge de los incidentes en aguas de
Indonesia, donde se han más que
duplicado entre los años 2011 y 2015.
Sin embargo, debe
hacerse notar que desde el pasado mes de septiembre no se ha producido en el
Sudeste asiático ningún ataque cuyo objetivo haya sido el robo del crudo que
transportase un petrolero. También en África occidental se han reducido
notablemente los incidentes de este tipo. ¿Por qué? Echemos un vistazo al siguiente cuadro. En el mismo
aparece la evolución del precio del crudo en el último año. El precio del
barril Brent ha caído desde los más de 100 dólares a los que se pagaba en marzo
de 2015 a unos 30 dólares un año después.
Dado que el objetivo
de los piratas que roban el petróleo es venderlo en el mercado negro, parece
evidente que una reducción tan notable de su valor oficial haya derivado en una
caída proporcional en el interés por hacerse con este, ahora depreciado, bien.
El negocio ha dejado de ser tan beneficioso.
La siguiente pregunta es obligada: ¿Cómo han
respondido los piratas a este contratiempo? Cambiando de objetivo, es decir,
aumentando aquellas acciones cuyo objetivo es el secuestro de personas. De esta
forma pueden conseguir rescates que son abonados en apenas unos días o semanas.
Frente a las costas de Nigeria ya se han producido en apenas tres meses de 2016
siete ataques de este tipo frente a cuatro durante todo 2015. Es verdad que el
beneficio a obtener por secuestrar personas es menor, pero los delincuentes
pueden mantener su actividad a la espera de tiempos mejores. Todo dependerá de
la evolución de la gráfica del precio del petróleo…
Fernando Ibáñez.
Original publicado en el Observatorio del CISDE.
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