La primera entrada de este blog me sirve para saludar a todos los que deseen incorporarse a una aventura que inicio en un frío día de febrero de 2012. Hablar de piratería marítima, en particular, en el Océano Índico, supone referirse, en primer lugar, a un factor primordial del que, en buena medida, depende la actividad pirata: el estado de la mar y las condiciones meteorológicas reinantes.
En efecto, la actuación de los piratas somalíes depende de la influencia de las dos temporadas de monzones que azotan el Índico occidental entre junio y agosto, así como entre diciembre y febrero. En esos meses no resulta fácil abordar y secuestrar barcos en alta mar. Un ejemplo gráfico nos lo muestra la siguiente figura:
Ambas imágenes reflejan las probabilidades de que se produzcan ataques piratas. La de la izquierda en un día de marzo de 2011 y la de la derecha en un día de agosto de ese mismo año. Cuanto más se aproxima el color al rojo mejores son las condiciones meteorológicas para la actividad pirata. Así, pues, se confirma que la actividad pirata es más probable en marzo que en agosto cuando la influencia de los monzones se hace notar más.
El pasado 9 de febrero la Oficina de Inteligencia Naval norteamericana publicaba uno de sus Piracy Analysis and Warning Weekly. En el mismo, pueden observarse las condiciones meteorológicas previstas para el día 11 de febrero de 2012:
Como puede observarse, la temporada de los monzones está próxima a su fin, por lo que la actividad de los piratas somalíes, que suele concentrarse en la época de los monzones en áreas relativamente resguardadas como el sur del Mar Rojo o los Golfos de Adén y de Omán, podrá desplegarse sin problemas por todo el Océano Índico occidental. Estaremos atentos a la misma.
©Fernando Ibáñez.
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