25 de mayo de 2015

Otra forma de piratería: la pesca ilegal


Las aguas de África occidental son las que más sufren la pesca ilegal. Sólo allí se calcula que se esquilman unos recursos equivalentes a unos 1.300 millones de dólares. El prestigioso Chatham House publicó un informe no hace demasiado tiempo, según el cual, la mitad de las capturas en aguas de África occidental se producen ilegalmente.

La pesca ilegal en esa parte de África es una tradición desde hace décadas. En los últimos años, además de europeos, han aparecido en la región flotas de China, Filipinas, Rusia, Corea del Sur o Taiwán.

En el caso de los países situados más al norte, como Mauritania, Cabo Verde, Senegal, Gambia, Guinea, Guinea Bisau y Sierra Leona, la población costera representa un 70% del total. Por tanto, el pescado juega un rol fundamental en la seguridad alimentaria de estos países.

En Sierra Leona, Ghana y Gambia más del 60% de las proteínas con las que se alimenta la población provienen del consumo de pescado. Y casi el 50% en Senegal.

Además, la pesca es una parte importante del sector productivo de estos países. En Sierra Leona, representa el 10% del PIB. En Mauritania, Guinea Bisau o Benín más del 4%. Se estima que una cuarta parte de los puestos de trabajos de la región dependen de la pesca, y, además, las mujeres juegan un importante rol en este sector. Por ejemplo, en Senegal dos de cada tres empleados en el sector son mujeres. 
Una reciente investigación llevada a cabo por Greenpeace durante dos años demostró que cientos de pesqueros de propiedad o de bandera china capturaban toneladas de pescado de manera indiscriminada en países como Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Mauritania, Senegal y Sierra Leona. La mayor responsable es una empresa estatal china: la Corporación Nacional de Pesca, que está exportando a África las prácticas destructivas que han acabado con los caladeros próximos a la costa china. En 1985 había 12 pesqueros chinos operando en África. Ahora hay más de 450, apoyados por subvenciones provenientes de Pekín.

El poder chino en África también se nota en el sector de la pesca, pero está afectando de manera negativa a las poblaciones locales. La sobrepesca y la pesca ilegal reducen las poblaciones de peces, disminuyen las capturas locales y perjudican el medio ambiente marino. Con ello, las comunidades locales pierden oportunidades para dedicarse a la captura, el procesamiento y el comercio de pescado. El resultado de todo ello es que se está obligando a los pescadores locales a ir cada vez más lejos de su costa para mantener su actividad.

Kofi Annan, el antiguo Secretario General de Naciones Unidas dijo, creo que con razón, que los pesqueros que operan bajo banderas de conveniencia y descargan en puertos en los que no se registran sus capturas están cometiendo un auténtico "robo organizado disfrazado de comercio”.

De estas y otras cosas he tenido ocasión de hablar junto con el periodista Juan Carlos Acosta y el profesor Rafael Muñoz Abad en una entrevista emitida por el programa Ahora África de Canarias Radio. Dejo aquí el enlace a la misma por si resulta de interés.

Fernando Ibáñez.