19 de diciembre de 2013

Casa África: vídeo sobre las causas de la piratería marítima en África


Casa África trabaja con el objetivo de fomentar el buen entendimiento y la confianza entre España y África, y forma parte de la acción exterior del Estado. Con sede en Las Palmas de Gran Canaria, organizó el pasado 12 de diciembre una mesa redonda sobre piratería marítima en África, a la que tuvieron la gentileza de invitarme.



Acaban de publicar en su canal de youtube un vídeo de unos seis minutos de duración con algunas reflexiones sobre este fenómeno. Dejo aquí el enlace por si resulta de interés: resumen

Asimismo, puede verse la mesa redonda completa, de casi dos horas de duración, en el siguiente enlace: mesa redonda completa

En la misma participaron también Manuel de la Puente Mora Figueroa, Almirante del Mando Naval de Canarias; y Ángel Tristán Pimienta, periodista y Director del Club La Provincia. La mesa redonda fue moderada por Santiago Martínez-Caro, Director General de Casa África.

Fernando Ibáñez.

14 de diciembre de 2013

Vídeo de la mesa redonda en Casa África: La piratería marítima en África

El pasado jueves, 12 de diciembre, Casa África organizó una mesa redonda para tratar el tema de la piratería marítima en dicho continente. En ella tuve ocasión de participar junto a Manuel de la Puente Mora Figueroa, Almirante del Mando Naval de Canarias; y Ángel Tristán Pimienta, periodista y Director del Club La Provincia. La mesa redonda estuvo moderada por Santiago Martínez-Caro, Director General de Casa África.



Quiero agradecer desde aquí todas las facilidades puestas por la organización, así como su enorme gentileza por invitarme a participar en dicha mesa redonda. Para aquellas personas que no pudieron asistir o que puedan estar interesadas en ver las ponencias presentadas, así como las interesantes preguntas planteadas por el público asistente, pueden hacerlo gracias al vídeo que Casa África ha publicado en este enlace.



Fernando Ibáñez.

3 de diciembre de 2013

Entrevistado para Radio Uruguay

El programa Efecto Mariposa de la radio pública de Uruguay ha dedicado su espacio del día de hoy a la película Capitán Phillips. En este contexto su equipo ha tenido la gentileza de realizarme una amplia entrevista para tratar el fenómeno de la piratería somalí. Quiero agradecer desde mi blog su enorme amabilidad por invitarme a participar en su programa.






El contenido del espacio se divide en tres partes. En primer lugar, el mexicano Rodolfo Santullo realizó una crítica de la película Capitán Phillips. Posteriormente, se analizaron las nominaciones a los premios Independent Spirits, a los que la citada cinta parte como una de las candidaturas favoritas. Y, por último, entrevistaron a quien suscribe estas líneas.

Como comienza a ser un auténtico clásico, la entrevista se inició con la canción Una de piratas de Joan Manuel Serrat, título asimismo de mi blog personal. Escucharla desde una radio uruguaya me ha hecho recordar los grandes lazos de amistad que Serrat desarrolló con el insigne poeta de Paso de los Toros, Mario Benedetti. Dicha relación fructificó en un magnífico trabajo del cantautor catalán, que musicó poemas del escritor uruguayo en El Sur también existe

Dejo a continuación los dos enlaces en los que puede escucharse el programa completo emitido por Radio Uruguay. 



La entrevista íntegra, de casi media hora de duración, puede escucharse más o menos a partir de la mitad del enlace correspondiente a la Segunda parte

Fernando Ibáñez.

1 de diciembre de 2013

Mesa redonda: La piratería marítima en África, de Somalia al golfo de Guinea

Casa África ha tenido la amabilidad de invitarme el próximo día 12 de diciembre de 2013 a una mesa redonda en la que se pretende reflexionar sobre el fenómeno de la piratería marítima en África. En dicha mesa, participaré junto a Manuel de la Puente Mora Figueroa, Almirante del Mando Naval de Canarias; y Ángel Tristán Pimienta, periodista y Director del Club La Provincia. La mesa estará moderada por Santiago Martínez-Caro, Director General de Casa África.

La piratería marítima es uno de los principales desafíos a la seguridad internacional por los que África ha estado y sigue presente en la actualidad global de los últimos años. El fenómeno, que hace poco se concentraba principalmente en el Cuerno de África, ha encontrado un nuevo foco en el Golfo de Guinea.

Las costas de esta amplia zona de África Occidental, especialmente en aguas de Nigeria, se han convertido desde el año pasado en la zona marítima más insegura del mundo. Sólo en los 10 primeros meses de 2013 se han producido ya más de 40 ataques, que han conllevado el secuestro de siete buques y cerca de 130 rehenes.

Ante este fenómeno, tanto los países africanos como la comunidad internacional están buscando, y ya en algunos casos implantando, fórmulas de cooperación para hacer del Golfo de Guinea una zona más segura. En este sentido, cabe preguntarse si las vías para atajar el fenómeno en Somalia, que ha visto reducida de manera significativa la actividad de la piratería, pueden constituir o no el modelo a aplicar en la zona del Golfo.

Si les apetece, nos vemos allí. Invitación aquí

Y si no pueden acudir, pero desean seguir el acto en directo lo pueden hacer en streaming en la página web de Casa África, así como en su cuenta de twitter


Más información sobre Casa África aquí

Fernando Ibáñez.

3 de noviembre de 2013

Piratería berberisca y somalí el 5 de noviembre en el CESEDEN

La editorial NAVALMIL presenta un nuevo libro. Su título: La piratería berberisca y su final con los jabeques de don Antonio Barceló y su autor D. José Manuel Gutiérrez de la Cámara Señán, capitán de navío (RR).

El acto tendrá lugar el próximo martes, 5 de noviembre, a las 18 horas en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) en el Paseo de la Castellana 61 de Madrid.

En la presentación intervendrá D. Alejandro Klecker de Elizalde, moderador de la mesa, el autor del libro y yo mismo. En mi caso trataré la situación actual de la piratería somalí. Si les apetece, allí nos encontraremos.

Les dejo el enlace a la invitación, necesaria para poder acceder al acto: http://www.navalmil.com/blog/invitacionpirateriaweb.pdf

Y más información sobre el libro y el autor en el siguiente enlace: http://www.navalmil.com/blog/

Fernando Ibáñez.

25 de octubre de 2013

Captain Phillips: a hero?

I'm not a film critic. A mere amateur at most. Therefore, the analysis I propose in the next lines will not aim the work of a director, a few actors or a soundtrack composer. I will try to speak about something I know a little more: Somali piracy. I had occasion to see Captain Phillips some days ago. It left me a bittersweet taste. I actually enjoyed more the documentary Stolen Seas or the Danish film A Hijacking. In any case, Hollywood has dared to show Somali piracy. And thanks for that.

Captain Phillips narrates the story of the Maersk Alabama, a container ship American flag, boarded by four Somali pirates in 2009. The assault occurred around 300 miles off the Somali coast (see image).


The first American-flagged ship hijacked by pirates in the modern era. Crew was American too. The pirates captured Captain Richard Phillips and several other crew members after boarding. The vessel experienced an unusual situation. Five hours after being hijacked, the seamen on watch at the time stabbed one pirate in the hand. The captured pirate was the band's leader. The two sides agreed to exchange hostages. The crew released their hostage. But the pirates refused to let Captain free, holding him in the lifeboat.

An American destroyer, the USS Bainbridge, was in contact with the container ship. President Obama authorized the use of force to free Phillips if his life was in danger. US navy special forces were dropped by parachute at night close to the destroyer. The action came as one of the four pirates aboard the USS Bainbridge, supposedly negotiating. Vice admiral William Gortney, commander of the US fifth fleet, said that when all three pirates where in their sights with their heads and shoulders exposed the sharpshooters opened fire simultaneously hitting each of the pirates in the head.

It was the first time in modern history that the United States had custody a pirate who had attacked an American citizen.

The movie is based upon the book that Captain Richard Phillips wrote in 2010, entitled A Captain's Duty: Somali Pirates, Navy SEALS , and Dangerous Days at Sea.

When Captain comes to the port of Salalah, in Oman, is worried. We must tighten the security, he says. Doors and passageways must be closed to prevent easy access. But here the first surprise of the film: the day before the hijacking the vessel suffered a boarding attempt. It failed because the engine of the skiff handled by pirates was broken. This attempt is produced when sailors participate in a security drill to counter a pirate attack. Most of the crew members locked themselves in the engine room. Captain and officers remain on the bridge. The reluctance with which the crew performed the drill is obvious... until they are surprised by the attack, of course.

One member of the crew, Matt Fisher, sent an email to a colleague days after the incident: “The pirates got up to the bridge very quickly once they were onboard. We had a locked cage door over the ladder well from main deck, but it only took a second for them to shoot it off. They then got to the bridge up the outside ladders”. Fisher wrote that Captain Phillips and three other sailors stayed on the bridge when the pirates arrived. One sailor kept watch in the engine control room, he said, while another “was out on deck tracking the pirates' movement”. “We kept swinging the rudder side to side"”, Fisher wrote. “The pirates' boat capsized, though I'm not sure exactly when or what caused it. After about 20 minutes, the engine was killed, I don't know by whom”. Fisher said the sailors were safe, since the pirates had no grenades and would never have been able break through with only firearms. The only problem, he said, was the heat and a shortage of water. An obvious planning error. But the Captain did not think about it. How is it possible if the ship had suffered an attack just a few hours earlier?

Learned lessons? Yes. Listen to Fisher: “Have a well-fortified location with food and water supply. Kill all the lights. Leave the alarms going, the noise helped cover our movements through the house. Flashlights and radios are very handy, as well as the sound-powered phone”. This strategy, called safe room or citadel, has avoided in recent years tens of hijackings. Pirates board the ship, but they are unable to take control because the vessel crew has all successfully sought refuge. Pirates attempt to gain access to citadels by forcing locks, by removal of hinges and by pulling off a door utilising ships tools. If they don’t gain access, they will leave the ship.

By the day of the final assault fires hoses are activated to prevent pirates to gain access to the ship deck. One of them does not work. The first officer tried to repair it just in the attack putting his life at risk. A drill or a security plan, should not have included a complete check of fire fighting equipment? By the gap left by this malfunctioning hose pirates will gain access to the deck.

John Reinhart, the President and CEO of Maersk Line, said during a news conference: “The Maersk Alabama’s crewmembers were trained to deal with pirate attacks”. Really?

Some of Phillips’s former crew members have presented lawsuits against the owners of the hijacked freighter. His lawyer recently said: the real heroes are the members of the U.S. Navy who rescued the Captain. According to the law firm, “the pirate hijacking would never have taken place if not for the negligence of the captain, shipping company, and ship operator”.

In a moment of the film, Captain Phillips is reading some piracy reports. What could they say? The following map shows the attacks in 2009 near the position where Alabama was hijacked. Hijack locations appear in red, failed attempts in yellow, and suspicious approaches in purple.


As you can see, the risk was extremely high. Even more. If we analyze piracy attacks in the area since 2005, we have the following map.


In another moment of the film, after the first attack, the crew begged Captain Phillips not to go so close to the Somali coast. Captain answers: around 300 miles there is a piracy group. Around 600 miles there is another one. True. But Captain should know that over 600 miles the chances of being hijacked were low. Were there economic reasons to sail close to the coast? Cost of fuel, for example?

Even more, three days before the attack, Somali pirates had hijacked five vessels (see image):


A week later of the Alabama attack, pirates failed to board another American vessel: the bulk carrier Liberty Sun.  Pirates in a skiff armed with automatic weapons and RPG approached the ship. Ship increases speed, took evasive manoeuvres and crew activated fire hoses. The Liberty Sun's 20-man crew hid in the engine room when the fireworks began and stayed there until a U.S. Navy force arrived. Liberty Sun thwarted the hijacking. What about the Maersk Alabama?

In my opinion, Captain Phillips was a hero after the hijacking. But, could he put into practice more anti piracy measures to prevent pirates to gain access to the desk?  Thwarting the hijacking: Isn’t that the real heroism?

In response to these two attacks on U.S. flagged vessels, the United States Coast Guard issued the Maritime Security Directive 104-6 (rev. 2). U.S. flagged vessels were required to submit security plans for vessels that operate in high risk waters and these vessels should have security protocols for terrorism, piracy, and armed robbery against ships that meet the performance standards in this directive.

Maersk Alabama was attacked by Somali pirates four times more. In November of 2009, September of 2010, March and May of 2011. The ship thwarted all them. How? Using armed guards to deter pirates. Nowadays, over 80% of the ships attacked have private armed security teams aboard. 


©Fernando Ibáñez. 
 
Director of online course: Modern Maritime Piracy: The Case of Somalia in International Institute for Defence & Security: http://www.cisde.es/ficha_curso_en?id=18

Co-author of Analysis of the Somali pirate attacks in the Indian Ocean (2005-2011): Evolution and Modus OperandiJournal of the Spanish Institute of Strategic Studies. Madrid, 2013 [In English]http://revista.ieee.es/index.php/ieee/article/view/36/75

Author of The threat of maritime piracy to international security: the case of Somalia. Ministry of Defence, Spanish Institute of Strategic Studies. Collection of Doctoral Thesis, Madrid, 2013 [In Spanish]: http://www.portalcultura.mde.es/publicaciones/publicaciones/Defensa_y_Seguridad/publicacion_4066.html

¿Fue el Capitán Phillips un héroe?

No soy crítico de cine. Un mero aficionado todo lo más. Por lo tanto, el análisis que les propongo en las próximas líneas no tendrá como objetivo el trabajo de un director, de unos actores o del compositor de una banda sonora. Intentaré hablar de lo que conozco un poco más, de la piratería somalí y de cómo se refleja en una película recién estrenada en las pantallas españolas. He tenido ocasión de verla y reconozco que el sabor que me dejó es agridulce. De hecho, me gustó mucho más el documental Stolen Seas o la también película danesa A Hijacking, donde se narra el secuestro del mercante CEC Future. Creo que reflejan mejor la realidad de un secuestro por piratas somalíes. En todo caso, Hollywood se ha atrevido con la piratería somalí. Y se agradece que la gran meca del cine se meta en estas lides. Además, ha contado para ello con uno de sus grandes actores, Tom Hanks. Se refleja, pues, un fenómeno muy actual, alejado de esas otras grandes producciones del tipo Piratas del Caribe.  

El hecho que narra la película Capitán Phillips es conocido por quienes nos dedicamos al estudio de la piratería marítima. El 7 de abril de 2009 un buque portacontenedores de bandera norteamericana, el Maersk Alabama, fue abordado por piratas somalíes. El asalto se produjo en la posición 06:27 Norte 054:31 Este, a unas 300 millas de la costa somalí.



 Fue el primer buque de bandera norteamericana secuestrado por piratas en la era moderna. Sus veinte tripulantes también eran estadounidenses. Además, el barco vivió una situación poco habitual ya que, cinco horas después de ser apresados, los marineros consiguieron reducir a uno de los piratas. Con ello, lograron pactar con los otros tres asaltantes y recuperar el control del barco. Sin embargo, los piratas mantuvieron como rehén al capitán del buque en un bote salvavidas. Delincuentes y tripulación habían llegado al acuerdo de intercambiar al capitán por el pirata: éste fue devuelto, pero los piratas no hicieron lo propio con el capitán. 

Un navío norteamericano, el destructor USS Bainbridge, se dirigió al buque portacontenedores y estuvo en contacto con su tripulación. Según el Vicealmirante de la V Flota norteamericana con sede en Bahréin, William E. Gortney, la decisión de rescatar al capitán se produjo después de observar que se encontraba en peligro inminente en el bote salvavidas, ya que “uno de los piratas tenía un AK-47 a la altura de su espalda”. Según Gortney, el presidente Obama había dado órdenes a los militares de llevar a cabo una “acción decisiva” si el capitán se encontraba “en peligro inminente”. La actuación se produjo mientras uno de los cuatro piratas se encontraba a bordo del USS Bainbridge, supuestamente negociando. Los tres piratas que retenían al capitán en el bote resultaron muertos por disparos de tiradores. Según un oficial, el último día los piratas se encontraban cada vez más nerviosos y las negociaciones para liberar al capitán no iban por buen camino. Era la primera vez en la historia moderna que los Estados Unidos tenían bajo custodia a un pirata que había atacado a un ciudadano norteamericano. 

Hasta aquí el relato de los hechos.

La película que nos ocupa se basa en el libro escrito por el propio capitán del Maersk Alabama, Richard Phillips, bajo el título A Captain's Duty: Somali Pirates, Navy SEALS, and Dangerous Days at Sea. Cuando sube a su barco en el puerto de Salalah, en Omán, al capitán se le ve preocupado. Hay que extremar la seguridad, afirma. Las puertas y zonas de paso deben estar cerradas para evitar que los piratas accedan con facilidad.

Pero la primera sorpresa que nos da la película es que el día previo al secuestro, el buque ya sufrió un intento de abordaje, fracasado porque el motor del esquife manejado por los piratas se estropeó. Curiosamente, este intento se produce en pleno simulacro ordenado por el capitán precisamente ante un posible ataque pirata. La idea es que la mayor parte de la tripulación se encierre en la sala de máquinas y que el capitán con los oficiales permanezcan en el puente de mando. La desgana con que la tripulación realiza el simulacro es patente... hasta que les sorprende el ataque, claro. 

Uno de los miembros de la tripulación, Matt Fisher, envió un correo electrónico a un compañero suyo días después del incidente. En él afirma: “Los piratas llegaron muy rápidamente al puente una vez que subieron a bordo”. Aunque la tripulación había puesto obstáculos para evitar que accedieran al mismo desde la cubierta principal, lo cierto es que no tuvieron problemas. Fisher afirma que el capitán y otros tres marineros permanecieron en el puente: “en realidad, no sé por qué se quedaron en el puente”. 

Como se observa, parece que la tripulación del Maersk Alabama no sabía en realidad cómo actuar en un momento así. Mientras unos se quedaron en cubierta, otros se dirigieron a la sala de máquinas y a las áreas de gobierno del barco. Otro tripulante seguía virando el timón de lado a lado. Lo que se desprende es que se vivió una situación de confusión. La embarcación pirata volcó, pero “no estoy seguro de cuándo o qué lo provocó (…) Tras unos veinte minutos el motor se paró”. Entonces los marineros cortaron la luz y el combustible para el generador de emergencia. Según Fisher, ese fue un punto crítico ya que los piratas no deseaban  encontrarse a oscuras. Para el redactor del mensaje, la mayoría de la tripulación permanecía segura encerrada bajo la cubierta, ya que los piratas no tenían granadas y no podían acceder donde ellos se encontraban sólo con simples armas de fuego. 

El problema fue el calor y la falta de agua. “En el futuro almacenaremos comida y agua en varios lugares para casos de emergencia”. Un evidente error de planificación. ¿Cómo es posible que el capitán del barco no pensara en ello y que al día siguiente un nuevo ataque pusiera en evidencia la ausencia de una planificación adecuada?

Los consejos que da el propio Fisher son: tener un lugar bien fortificado para protegerse y en el que haya agua y comida. Apagar todas las luces. Dejar las alarmas en funcionamiento, ya que el ruido permite que no se oigan los movimientos de los marineros por el barco. Por último, llevar consigo linternas y radios, así como un teléfono con sonido potente. Esta estrategia, denominada habitación del pánico o ciudadela, ha evitado en los últimos años decenas de secuestros. Los piratas consiguen abordar el barco, pero como no saben manejarlo ni pueden acceder a la tripulación para obligarla a conducirlo hasta su base pirata, acaban abandonándolo.

Además, el día del asalto definitivo observamos cómo una de las mangueras activadas para dificultar que los piratas alcancen el buque no funciona correctamente. El primer oficial intenta repararla en pleno ataque con claro riesgo para su vida. ¿Un simulacro o un plan de seguridad no debería haber incluido la comprobación del buen funcionamiento del equipo de extinción de incendios? Curiosamente, será por ese hueco dejado por una manguera en mal funcionamiento por donde los piratas podrán acceder a la cubierta.

En un contexto como éste, probablemente, la situación ideal es que, una vez lanzado el mensaje de auxilio y habiendo sido éste contestado por el buque de guerra más cercano, todos los miembros de la tripulación se hubieran encerrado en un lugar al que no pudieran acceder los piratas, como así parece que hicieron parte de ellos.

John Reinhart, presidente de la división norteamericana de Maersk llegó a declarar en conferencia de prensa: “Todos los miembros de nuestras tripulaciones reciben entrenamiento sobre cómo enfrentarse de forma segura a un acto de piratería”. ¿Seguro?

Nueve de los antiguos subordinados del capitán Phillips no parecieron entenderlo así y decidieron interponer una demanda contra la compañía. Su abogado ha afirmado recientemente que los auténticos héroes son los miembros de la Marina norteamericana que rescataron al capitán. Para el bufete, “el secuestro pirata nunca habría tenido lugar si no hubiera sido por la negligencia del capitán, de la naviera y del operador del buque”.

En el film se observa al capitán Phillips leyendo algunos reportes sobre la actividad de los piratas somalíes. En aquellos momentos nos encontrábamos a primeros de abril, en pleno inicio de la temporada de "pesca" de los piratas. El siguiente mapa muestra los ataques ocurridos en 2009 en las proximidades del lugar donde fue secuestrado el Alabama. En rojo aparecen los secuestros, en amarillo los asaltos fracasados y en azul las aproximaciones sospechosas de esquifes.




Como se observa, el riesgo era evidente. Es más, si nos retrotraemos al momento del resurgimiento de la piratería somalí (año 2005), los ataques ocurridos desde entonces en las proximidades de la posición en la que el Alabama fue secuestrado fueron los siguientes:




Era evidente que la zona era de alto riesgo. En un momento de la película, tras el primer incidente, los marineros, inquietos, reclaman alejarse más de la costa. El capitán contesta: a 300 millas hay un grupo pirata y a 600 millas otro. Es verdad, pero el capitán debería haber sabido que las posibilidades de ser atacado y secuestrado a más de 600 millas eran en aquel momento bastante reducidas. Quizás surgieran aquí motivos económicos, por ejemplo, de ahorro de combustible, para tomar la decisión de navegar más próximos a la costa.

Es más, en los tres días previos al secuestro del Alabama los piratas somalíes habían capturado nada menos que cinco buques, como se ve en la siguiente figura. 




Una semana después del ataque sobre el Maersk Alabama, los piratas intentaron secuestrar el carguero norteamericano Liberty Sun y a sus veinte tripulantes, a los que dispararon con armas automáticas y lanzagranadas, causando importantes daños al barco. La tripulación salió ilesa del incidente. Éste se produjo a unas 270 millas de la costa oriental somalí y el buque pidió ayuda de inmediato, siendo despachado, de nuevo, el USS Bainbridge. Para cuando el navío llegó al lugar del ataque horas más tarde, los piratas ya habían abandonado la zona. Esta vez el buque había salido airoso del ataque y con armas similares a las utilizadas por el Alabama: maniobras evasivas, activación de mangueras... ¿Por qué el capitán del Liberty Sun logró evitar el secuestro y el del Maersk Alabama no?

En mi opinión, el capitán Phillips se comportó como un héroe una vez ocurrido el secuestro. Pero ¿podría haber implementado alguna medida más para evitar que los piratas llegaran a cubierta? ¿La auténtica heroicidad no habría sido evitar el secuestro?

Como resultado, en buena medida, de los dos ataques al Maersk Alabama y al Liberty Sun, la Administración norteamericana decidió introducir cambios legislativos con la aprobación el 11 de mayo de 2009 de la segunda revisión de la Directiva de Seguridad Marítima de los Estados Unidos, Maritime Security (MARSEC) Directive 104-6 (Rev 2). La novedad principal era que se obligaba a todo buque mercante bajo bandera norteamericana que navegase por aguas de alto riesgo a proveerse de seguridad privada. 

El Maersk Alabama, tras su secuestro, aún tuvo que soportar otros cuatro ataques piratas en noviembre de 2009, en septiembre de 2010, y en marzo y en mayo de 2011. De todos ellos salió airoso. ¿Por qué? Porque llevaba embarcados vigilantes armados.

©Fernando Ibáñez.


16 de octubre de 2013

Entrevistado en Radio Francia Internacional

Las autoridades belgas han logrado capturar en su territorio a uno de los principales líderes piratas somalíes: Mohamed Abdi Hasan, alias "Afweyne" ("bocazas", en somalí). A raíz de este hecho, Radio Francia Internacional me entrevistó ayer. Quiero agradecer enormemente el interés mostrado por la periodista Paula Estañol y dejo aquí el enlace a la entrevista: http://goo.gl/TOiat7


Fernando Ibáñez.

18 de junio de 2013

Análisis de los ataques piratas somalíes (2005-2011)

El Instituto Español de Estudios Estratégicos ha tenido la amabilidad de publicar un artículo escrito por el profesor Miguel Ángel Esteban y yo mismo. El objetivo del artículo es descubrir el modus operandi de la piratería somalí durante su período de actuación más álgido: 2005-2011. El método empleado consiste en la identificación, cotejo y análisis de 19 categorías para cada uno de los 1.190 incidentes atribuidos a los piratas somalíes por diversas fuentes de información oficiales. Los resultados permiten mostrar un panorama general de los ataques piratas y su evolución, y otro más específico que refleje las diversas zonas del Océano Índico en las que se han producido. Se destaca y analiza la capacidad de adaptación de los piratas somalíes para mantener su actividad frente a las medidas emprendidas para su represión y cómo se han convertido en una amenaza a la seguridad internacional. Se concluye que la metodología propuesta ha resultado de utilidad y puede ser empleada para el análisis de otros fenómenos de piratería marítima moderna y la realización de estudios comparativos.

Puede leerse el artículo completo en el siguiente enlace electrónico: http://revista.ieee.es/index.php/ieee/article/download/36/33


Analysis of the Somali pirate attacks (2005-2011)

The Spanish Institute for Strategic Studies has published a paper written by Miguel Ángel Esteban and me. The aim of this article is to find out about the modus operandi of Somali piracy during its most intensive period of activity: 2005-2011. The method used consists of the identification, matching and analysis of 19 categories for each one of the 1,190 incidents attributed to Somali pirates by diverse sources of official information. The results make it possible to demonstrate a general panorama of the pirate attacks and the way they have evolved, and another more specific one that reflects the diverse parts of the Indian Ocean in which they have taken place. The capability of Somali pirates to adapt in order to continue with their activity in the face of the measures carried out to repress them, and how they have become a threat to international security is highlighted and analysed. It is concluded that the methodology put forward has been useful and it can be used to analyse other modern maritime piracy phenomena and to carry out comparative studies.

You can read it in English in this link: http://revista.ieee.es/index.php/ieee/article/download/36/62


6 de junio de 2013

Un libro imprescindible: Maritime Anti-Piracy. The Captain´s Guidebook de Peter King

Uno de los primeros trabajos que abordó la piratería marítima más reciente fue el coordinado por Peter Lehr en 2007 en su imprescindible Violence at sea: Piracy in the age of global terrorism. En esa obra se apunta a Somalia como el “nuevo paraíso” de los piratas, además de estudiar con más profundidad otras zonas geográficas hasta entonces habituales, como el Estrecho de Malaca.

Martin N. Murphy publicó ese mismo año 2007 Contemporary piracy and maritime terrorism. En poco más de cien páginas identificaba con claridad algunas de las cuestiones más significativas en torno al fenómeno de la piratería marítima: la estrechez de la definición legal internacional del concepto de piratería, las causas de su aparición, las áreas geográficas más problemáticas, etc. En ese breve trabajo se proponían dos casos de estudio de la piratería: uno sobre el sudeste asiático y otro sobre Somalia. Sin embargo, a pesar del evidente avance que suponía la obra de Martin N. Murphy, la fecha en que fue publicada, el año 2007, va a impedir al autor recoger en toda su plenitud la eclosión de la piratería somalí iniciada a partir de 2008. De ahí que algunos de sus análisis queden desfasados rápidamente, como cuando plantea que la piratería somalí se desarrolla cerca de la costa. Los piratas somalíes, gracias a la utilización de barcos previamente secuestrados, podrán, a partir de 2008, burlar con eficacia la concentración militar internacional en aguas próximas a Somalia, y desplegar sus ataques incluso a más de mil millas de la costa. Por otra parte, Murphy yerra cuando expone que la mayoría de los barcos atacados suelen ser de escaso tamaño, como pesqueros, remolcadores y pequeños cargueros, y encontrarse atracados en puerto o fondeados en sus proximidades. A la altura de 2007 era ya evidente que los piratas somalíes atacaban todo tipo de barcos, siendo los de mayor tamaño (buques cisterna, graneleros, contenedores y cargueros) los más acosados. Sin embargo, el propio Murphy tendría oportunidad de corregir algunos de estos errores con la publicación en 2011 de Somalia, the New Barbary?: Piracy and Islam in the Horn of Africa, donde con la amplitud que permiten 180 páginas (y casi otras 100 dedicadas sólo a las referencias bibliográficas) pudo profundizar en aspectos hasta entonces menos tratados: la situación de Somalia como Estado fallido, la relación entre piratería y pesca ilegal, los principales grupos piratas somalíes, el crecimiento del Islam político, la relación entre piratería y terrorismo, las medidas legales o la respuesta internacional en forma de despliegue naval.

Otro informe de apenas doce páginas publicado por Rogger Middleton para Chatham House en 2008, bajo el título Piracy in Somalia. Threatening global trade, feeding local wars tuvo una importante repercusión, dado que se analizaba, por primera vez, el papel de las compañías de seguridad privada en la lucha contra la piratería somalí, a través de los contratos firmados por el Gobierno somalí o las autoridades de Puntlandia con distintas firmas extranjeras. Sin embargo, también en este aspecto parecía necesario realizar una actualización del rol jugado por estas empresas debido al enorme auge que ha experimentado su negocio en los últimos años, gracias a la firma de contratos con el sector privado y ya no sólo con las autoridades somalíes.

Y esta actualización del papel de la seguridad privada en la lucha contra la piratería somalí es, a mi juicio, el mayor mérito del libro de Peter King titulado Maritime Anti-Piracy. The Captain´s Guidebook. Pero vayamos por partes. Se trata, en primer lugar, de una obra pensada para los capitanes de buques mercantes que navegan por aguas de alto riesgo de sufrir un ataque pirata. Por ello, las primeras páginas son un necesario resumen histórico del fenómeno de la piratería, no sólo somalí sino también de la que se desarrolla en el Delta del Níger, en el Golfo de Guinea o en el Sudeste asiático. Este resumen incluye algunos casos reales de secuestros y robos ocurridos en dichas áreas. Asimismo, parecía necesario (y Peter King así lo aborda) plantear el contexto reciente en el que ha surgido la piratería en Somalia y algunas de las medidas implementadas por la comunidad internacional en forma de distintas misiones militares para luchar contra este fenómeno. También se explica con profusión de ilustraciones el funcionamiento de los convoyes establecidos en el pasillo de seguridad del Golfo de Adén. Esta primera parte de la obra abarca casi 100 páginas.

Sin embargo, a partir de este momento es cuando, en mi opinión, el libro vale lo que cuesta. Los consejos ofrecidos en materia de seguridad tanto pasiva como no pasiva demuestran el bagaje y la experiencia acumulada por Peter King. Además de haber pertenecido durante casi 20 años al cuerpo de los Royal Marines británicos, King ha ejercido desde el año 2005 como asesor de seguridad y jefe de equipo en algunas de las más importantes empresas de seguridad especializadas en el ámbito marítimo: Control Risks, Neptune Maritime Security, Kroll, Veritas-International, PVI o Solace Global Maritime. Desde septiembre de 2011 dirige su propia firma: IMAAG (International Maritime Anti-Piracy Advisory Group).


La información suministrada por King abarca desde los tipos de concertina que pueden utilizarse, hasta el uso de dispositivos contra granadas lanzadas desde un RPG, la instalación de vallas eléctricas, de redes, de maniquíes que aparentan estar armados para confundir a los piratas, de cómo fabricar una zona segura o ciudadela en un barco, etc. Y, por supuesto, también se trata el despliegue de guardias armados, la estrategia más exitosa empleada contra los piratas somalíes, dado que ningún buque que haya embarcado vigilantes armados ha sido secuestrado. Se analiza, en este amplio apartado de 50 páginas, desde el armamento y la munición, hasta el protocolo de actuación con el que debe regirse un equipo de seguridad ante un ataque pirata, así como cuáles son los criterios que habría que tener en cuenta a la hora de contratar una u otra empresa de seguridad. No es éste último un asunto menor, como puede imaginarse: conocer el pasado de la compañía, la formación de su personal, cómo se gestiona el embarque y desembarque de las armas de fuego, las reglas de enfrentamiento, la relación entre el jefe de equipo y el capitán o las coberturas que incluyen los seguros son aspectos fundamentales que King trata con rigor.

El libro contiene varios apartados de información práctica: desde primeros auxilios hasta la legislación marítima o cómo debe reportarse un ataque pirata. Incluso incluye un listado actualizado a fecha de mayo de 2012 con las 188 empresas especializadas en el ámbito de la seguridad marítima. Un apéndice recoge la lista de los buques secuestrados por los piratas somalíes entre los años 2008 y 2012.

Publicado en un formato poco habitual (tamaño folio: 31,5 x 21,5 cms), sus casi 400 páginas incluyen una gran profusión de imágenes, tanto públicas como privadas, incluidas algunas del propio autor, que enriquecen enormemente el contenido.

Estamos ante una obra enciclopédica (en tamaño y contenido) y probablemente definitiva, dedicada a la piratería marítima y que parece lograr el objetivo que se propone en su título: servir de guía a cualquier capitán de un buque que deba atravesar aguas en las que los piratas desarrollen su actividad.

Fernando Ibáñez.