El jueves, 23 de mayo, el programa Cinco continentes de Radio 5 de Radio Nacional de España, emitió un especial dedicado a la piratería somalí. Quiero agradecer desde aquí a la periodista Valle Alonso y a todo el equipo del programa su gentileza por solicitarme una entrevista. Puede escucharse el especial a partir del minuto 6 del siguiente enlace: http://www.rtve.es/alacarta/audios/cinco-continentes/cinco-continentes-23-05-13/1835231/
En efecto, durante unos minutos la radio pública se hizo eco de un país, Somalia, el más fallido de todos los Estados, y de un problema, la piratería marítima, a la que se están dedicando ingentes recursos. Por ejemplo, la presencia aeronaval internacional, a través de tres misiones internacionales, y del despliegue de numerosos buques de guerra por países como Rusia, China o India, cuesta unos 1.000 millones de dólares anuales, según el estudio de Oceans Beyond Piracy. A ellos hay que sumar otros 1.500 millones de dólares anuales que supone el coste de embarcar seguridad privada armada en los buques que navegan por el área de operaciones de los piratas somalíes. Y otros 500 millones de dólares en medidas de seguridad pasiva (concertinas, cañones sónicos, construcción de zonas seguras o ciudadelas, etc.). Pero las medidas de seguridad no letales no han demostrado la misma eficacia que varios vigilantes de seguridad realizando disparos de advertencia a unos piratas que se aproximan en una o varias lanchas.
En efecto, durante unos minutos la radio pública se hizo eco de un país, Somalia, el más fallido de todos los Estados, y de un problema, la piratería marítima, a la que se están dedicando ingentes recursos. Por ejemplo, la presencia aeronaval internacional, a través de tres misiones internacionales, y del despliegue de numerosos buques de guerra por países como Rusia, China o India, cuesta unos 1.000 millones de dólares anuales, según el estudio de Oceans Beyond Piracy. A ellos hay que sumar otros 1.500 millones de dólares anuales que supone el coste de embarcar seguridad privada armada en los buques que navegan por el área de operaciones de los piratas somalíes. Y otros 500 millones de dólares en medidas de seguridad pasiva (concertinas, cañones sónicos, construcción de zonas seguras o ciudadelas, etc.). Pero las medidas de seguridad no letales no han demostrado la misma eficacia que varios vigilantes de seguridad realizando disparos de advertencia a unos piratas que se aproximan en una o varias lanchas.
Sabemos que la piratería somalí ha descendido notablemente desde el año 2012 y, aún más, en estos primeros meses de 2013. Conocer las razones de ese descenso quizás nos ayude a saber si se trata de un fenómeno pasajero o definitivo.
La presencia militar y de vigilantes de seguridad armados son, en mi opinión, las dos causas que explican esta reducción. Cuál de las dos ha tenido más peso entra dentro de la especulación y del debate. Una reflexión que nos puede ayudar es que de unos meses a esta parte las misiones militares de la Unión Europea y de la OTAN han reducido el número de unidades desplegadas. Pero el número de guardias de seguridad embarcados no deja de aumentar: en 2011 un 35% de los barcos atacados por piratas somalíes estaban protegidos por vigilantes armados. En 2012, la cifra ha aumentado hasta el 60%. Y en lo que llevamos de 2013 ya alcanza el 77%.
La presencia militar y de vigilantes de seguridad armados son, en mi opinión, las dos causas que explican esta reducción. Cuál de las dos ha tenido más peso entra dentro de la especulación y del debate. Una reflexión que nos puede ayudar es que de unos meses a esta parte las misiones militares de la Unión Europea y de la OTAN han reducido el número de unidades desplegadas. Pero el número de guardias de seguridad embarcados no deja de aumentar: en 2011 un 35% de los barcos atacados por piratas somalíes estaban protegidos por vigilantes armados. En 2012, la cifra ha aumentado hasta el 60%. Y en lo que llevamos de 2013 ya alcanza el 77%.
Independientemente de qué elemento esté detrás del declive de la piratería somalí, el problema fundamental es que ambos factores son exógenos a la realidad de Somalia. Apenas se está invirtiendo en propiciar que Somalia recupere una guardia costera digna de tal nombre o que unas autoridades legítimas recuperen el control de las zonas costeras en las que los piratas tienen sus bases. Y siempre se corre el riesgo de que unos soldados formados en seguridad marítima se pasen al enemigo. No sería la primera vez que ocurre... en la propia Somalia.
Así pues, la disminución de la piratería somalí se está haciendo depender de una presencia permanente de buques de guerra y de guardias de seguridad. ¿Hasta cuándo? Nadie se atreve a dar una fecha. La operación EUNAVFOR-Atalanta de la Unión Europea ha sido prorrogada hasta finales de 2014. Para entonces habrá cumplido seis años desde su puesta en marcha. En una época de reducción en los presupuestos de Defensa de los países europeos, no parece que este despliegue sea económicamente sostenible durante muchos años más. Algunos analistas comparan los 31 millones de dólares en rescates obtenidos por los piratas somalíes en 2012 con el coste del despliegue militar. Por su parte, las empresas de seguridad privada siguen haciendo su agosto, gracias a la puesta en marcha de servicios relacionados con la seguridad marítima.
Fernando Ibáñez.
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